martes, 3 de enero de 2012

29 de septiembre de 2010

Dulce luz de Luna
en todas mis noches te hayas,
brilla como ninguna,
vaya por donde vaya.
Rayo de luz de Luna,
que me alumbras también esta noche,
quédate conmigo, seamos una;
que el Sol se aguante y reproche.
Pequeño haz de esperanza
en mis más tenebrosas tormentas,
también objeto de mi alabanza,
pues mi temor tú alientas.
Con tu reflejo en el mar
mis pesadillas dispersas,
mi miedo vienes a calmar
y del espejismo me despiertas.
Al marinero guiaste
hasta el faro luminoso,
al niño alumbraste
con tu rayo hermoso.
Astro divino de blanco perfecto,
tus cráteres un rostro guardan
escondido detrás un secreto
que muchos aquí aguardan.

   Lidón Prades Yerves

No hay comentarios:

Publicar un comentario