martes, 3 de enero de 2012

10 de abril de 2011

Si un día te encuentras solo
y crees que oyes una voz
que pronuncia en dulce tono
palabras que hablan de amor,
ten en cuenta que me escondo
entre las sombras y te llamo,
que no hay nadie en el mundo
que te quiera como yo.
Si lágrimas se deslizan
por tus dos suaves mejillas
y crees que se paralizan
de manera repentina
y una mano más bien fría
sentir crees que te acaricia,
a nadie des la noticia,
que soy yo quien te anima.
Si crees que al ir a dormir
una mirada hay fija en ti
y que empiezas a sentir
algún corazón latir,
no vayas a querer huir;
pues en tu pecho de marfil
me encontrarás tumbada a mi
intentando descubrir
una llave para abrir.


   Lidón Prades Yerves

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