miércoles, 20 de noviembre de 2013

19 de novembre de 2013


He pasado esta noche caminando
sobre un puente blanco y amarillo
y estaba cada instante iluminado
por un sueño de la luna con su brillo.

Rozando la baranda fui buscando
las huellas de tus pasos como un hito,
sonámbula me fueron arrastrando
guiándome a un profundo laberinto.

Si el brillo de  la luna es un espejo
quien a ninguna parte me condujo 
fue el tenue resplandor de tu reflejo;

no me importa ser víctima de embrujos
ni ir a aquel lugar llamado Lejos 
si al final dan mis pasos con los tuyos.


Lidón Prades Yerves                

martes, 24 de septiembre de 2013

24 de septiembre de 2013

No hay sendero transitable,
ni una meta, ni un destino,
como ya dijeron antes:
caminante, no hay camino.

Paso a paso y nunca avanzas
si persigues un designio,
sólo apóyate en tu vara
ignorante peregrino.

A tu marcha el horizonte
precipita al infinito;
no te paras, caminante,
que te mueves de tu sitio.

Sigues algo inalcanzable,
aun sin ver adónde ha ido;
no andas ciego, caminante,
sólo es que no hay camino.


Lidón Prades Yerves



miércoles, 17 de abril de 2013

17 de abril de 2013

Dicen que siempre se van los mejores,
que quede entre tú y yo, flor de trece hojas.
Tus pétalos, pequeñas plumas rojas,
efímeras de desvanecen...mueres.

Aunque nunca llegué a saber quién eres
me atormentan siniestras paradojas.
Cuando me toque, espero que me acojas
y compartas conmigo tus dolores.

Al temor de tu vida ya no temo;
descansas en tu nueva, oscura cuna
y en mis sueños asciendes como el humo.

No temas al olvido, flor temprana:
te reconoceré en el crisantemo
bañado por rocío en la mañana.


Lidón Prades Yerves

sábado, 6 de abril de 2013

6 d'abril de 2013

Ruge y pasa con fervor el viento
a través de estrechas galerías
mientras precipita gotas frías
el árbol que apunta al firmamento.

De la luz el cuerpo amarillento
se escinde en brillantes fantasías
de azul, verde y rojo con estrías
que palpitan siendo movimiento.

¿Podrá durar la calma un milenio?
No tendría que haber preguntado,
pues vino a responderme el demonio:

aunque hoy el día es soleado
las gotas que caen son testimonio
de una tempestad que fue pasado.

domingo, 24 de marzo de 2013

24 de març de 2013

En las venas rojas de tus ojos,
que acompañan círculos morados,
veo los dolores reflejados
de aguantar calumnias y despojos.

Hubo en tu mejilla tonos rojos
por las malas lenguas desgastados;
tus carnosos labios, ya secados,
hacen el aspecto de matojos.

Te sigue el pasado persiguiendo
como lo hace un cazador furtivo;
como fiera presa le haces frente.

Sin embargo sigues sonriendo
y suenas al ruido fugitivo
del agua del río y su corriente.


Lidón Prades Yerves

domingo, 10 de marzo de 2013

1 de març de 2013

Frente a las paredes blancas
me siento y espero, y veo
las nubes que el rumbo cambian
a la par que lo hace el viento
mientras mi mente divaga;
muero esperando saber
lo que me espera viviendo.

Lidón Prades Yerves

jueves, 21 de febrero de 2013

21 de febrer de 2013

El viento canta una nana,
el niño sueña en la cuna,
la noche se hace mañana,
la nube funde la luna.

Lidón Prades Yerves

martes, 12 de febrero de 2013

12 de febrero de 2013

Si en algún día de niebla
por la bruma estoy paseando
no debes, de la visión blanca
de un fantasma, sentir miedo.

No tendrás que preocuparte,
que si piensas que me pierdo
no seré la responsable
de mi ilógico destierro.

Si me lleva hacia un confín
te diré que allí me quedo.
¿Podré al mundo despedir
dejando la eternidad
como efímero recuerdo?


Lidón Prades Yerves

martes, 15 de enero de 2013

Haiku neófito

La nube blanca
difusa por el cielo
vuela y se esparce.

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¿Dónde está el límite
que separa la tierra
del horizonte?

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Rayos de luz
de color amarillo.
Sueño de estío.

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Gotas de rojo,
ondas en el estanque.
Lluvia de otoño.

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Entre las clases
de matemáticas
bailan los números.



Lidón Prades Yerves

domingo, 13 de enero de 2013

Waka


Soy como la Luna
que cruza el cielo
ignorando la amenaza
de las crueles colinas.
Navega a gran altura,
pero de pronto
puede eclipsarse su luz.
Murasaki Shikibu

13 de enero de 2013

Existe un piano en el bosque
que todas las noches suena;
yo escucho de cada acorde
cómo acelera y se frena.

Hay un punto de silencio
en su melodía eterna,
que al escucharse despacio
dentro del pecho resuena.

Son las manos del pianista
la luz de la luna llena,
y al deslizarlas deprisa
puede eclipsar las estrellas.

Infeliz me moriría
si el día de hoy muriera
sabiendo que mi poesía
no ha llegado a ser estrella.

Lidón Prades Yerves