martes, 24 de septiembre de 2013

24 de septiembre de 2013

No hay sendero transitable,
ni una meta, ni un destino,
como ya dijeron antes:
caminante, no hay camino.

Paso a paso y nunca avanzas
si persigues un designio,
sólo apóyate en tu vara
ignorante peregrino.

A tu marcha el horizonte
precipita al infinito;
no te paras, caminante,
que te mueves de tu sitio.

Sigues algo inalcanzable,
aun sin ver adónde ha ido;
no andas ciego, caminante,
sólo es que no hay camino.


Lidón Prades Yerves