Dicen que siempre se van los mejores,
que quede entre tú y yo, flor de trece hojas.
Tus pétalos, pequeñas plumas rojas,
efímeras de desvanecen...mueres.
Aunque nunca llegué a saber quién eres
me atormentan siniestras paradojas.
Cuando me toque, espero que me acojas
y compartas conmigo tus dolores.
Al temor de tu vida ya no temo;
descansas en tu nueva, oscura cuna
y en mis sueños asciendes como el humo.
No temas al olvido, flor temprana:
te reconoceré en el crisantemo
bañado por rocío en la mañana.
Lidón Prades Yerves
No hay comentarios:
Publicar un comentario