domingo, 30 de septiembre de 2012

Rima LXV

Llegó la noche y no encontré un asilo; 
y tuve sed ... ¡mis lágrimas bebí! 
¡Y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos 
cerré para morir! 

¿Estaba en un desierto? Aunque a mi oído 
de las turbas llegaba el ronco hervir, 
yo era huérfano y pobre... El mundo estaba 
desierto... ¡para mí!

G.A. Bécquer

sábado, 15 de septiembre de 2012

14 de septimbre de 2012

¿Cuántas alegrías he dejado atrás
para proseguir con mi camino?
A veces quisiera abandonar
y así regresar al paraíso.

No obstante, no podría mentirme.
¡Ya sé que sería un espejismo!
Si algún día llego a retirarme
estaré en el fondo de un abismo.

Cierto es que lo más bueno es más duro,
dice quien no acorta su sendero,
pues dentro del pozo más oscuro
acaba encontrando agua del cielo.

Pero siento miedo y temo al fallo,
me da pánico la decepción.
De repente oigo una voz: si paro
yo misma abatiría  mi rol.

He aprendido que soy muy cobarde,
mas lo que esto implica es que estoy viva,
porque aunque carezca de coraje
vivo en abundancia de poesía.







Soñé que me había despertado,
pero era más que un sueño,
porque despierta soñaba
que viviría en ensueño.



                                         Lidón Prades Yerves