He pasado esta noche caminando
sobre un puente blanco y amarillo
y estaba cada instante iluminado
por un sueño de la luna con su brillo.
Rozando la baranda fui buscando
las huellas de tus pasos como un hito,
sonámbula me fueron arrastrando
guiándome a un profundo laberinto.
Si el brillo de la luna es un espejo
quien a ninguna parte me condujo
fue el tenue resplandor de tu reflejo;
no me importa ser víctima de embrujos
ni ir a aquel lugar llamado Lejos
si al final dan mis pasos con los tuyos.
Lidón Prades Yerves