Cuando miro a mi reflejo,
apoyada en sus bordes, te palpo;
lloro porque no te veo,
pero aún así te amo.
apoyada en sus bordes, te palpo;
lloro porque no te veo,
pero aún así te amo.
Y cuando mi sombra observo,
junto a mi creo ver otros pasos;
sin esperanza rastreo,
pero aún así te amo.
junto a mi creo ver otros pasos;
sin esperanza rastreo,
pero aún así te amo.
En el agua me he disuelto,
y creo que tu voz he escuchado;
con burbujas se ha deshecho,
pero aún así te amo.
y creo que tu voz he escuchado;
con burbujas se ha deshecho,
pero aún así te amo.
En la niebla, oscureciendo,
tus labios creo haber encontrado;
más se alejan si me acerco,
pero aún así te amo.
tus labios creo haber encontrado;
más se alejan si me acerco,
pero aún así te amo.
Navegando en un velero,
el mar tu sonrisa se ha llevado;
la espuma no la ha devuelto,
pero aún así te amo.
el mar tu sonrisa se ha llevado;
la espuma no la ha devuelto,
pero aún así te amo.
En el bosque, en su seno,
nace tu luz tras un relámpago;
es bello, mas efímero,
pero aún así te amo.
nace tu luz tras un relámpago;
es bello, mas efímero,
pero aún así te amo.
Si en la noche no me duermo,
hilos de seda rozan mis manos;
sé que no son tus cabellos,
pero aún así te amo.
hilos de seda rozan mis manos;
sé que no son tus cabellos,
pero aún así te amo.
Si te busco no te encuentro,
pues sólo en mis sueños te has mostrado;
triste final para un cuento...
Pero aún así te amo.
Lidón Prades Yerves
pues sólo en mis sueños te has mostrado;
triste final para un cuento...
Pero aún así te amo.
Lidón Prades Yerves